Hace unos días leí las hemanas Marx de Mauricio Carrera y me parecieron tres cuentos fascinantes, ya sé que tarde tiempo en abrirlo, estaba con su celofán nuevecito, era un regalo para un amigo de Mauricio que se encuentra en China pero siempre que cargaba con el libro y cruzaba la ciudad para entregarlo algo sucedía, la primera vez me perdí, la segunda el amigo no estaba y después andaba de vacaciones navideñas, así que Las hermanas Marxc estuvieron aguardando en un rincón de mi librero de Beijing. Aún con la esperanza de entregarlo lo cargue con mis quince maletas a Xiangtan, ciudad en la que vivo actualmente, por fin, una tarde me dije, lo voy a leer y no modo si alguna vez lo entrego será sin celofán. Así que hace dos noches comence a leerlo, me regocijé; ah; que maravilla saber que aunque sea los personajes de un cuento comparten mi gusto por la bebida, por la poesía y cuando digo poeaía digo también Bonifáz Nuño.
Otro de los cuentos me llevaron al mundillo literario de México, sus sueños, sus mafias, un retrato de mi gente y al mismo tiempo del mundo, del racismo. Vivir en un país como China te enfrenta día a día con esa palabra: racismo.
El cuento final, que lleva el mismo título del libro, me hizo recordar los sueños izquierdistas de muchos jóvenes mexicanos, de muchos amigos o conocidos que ahora disfrutan cambiando al mejor postor, o para decirlo bien dicho: chaqueteros.Recomiendo los cuentos de Carrera son un retrato de los mexicanos, los humanos del siglo XIX y aún de este. Disfrútenlos.