Cuando uno espera una respuesta, se come las uñas, se duerme, ve películas, prepara tortillas con minsa, vuelve a comerse las uñas, se baña, sale a caminar, habla por teléfono y nadie contesta, ve la televisión, arregla su ropa, abre un libro, le da sueño, entonces se pregunta ¿Necesito la respuesta? ¿Soy una desesperada neurótica? Para no responderse a sí misma: se pinta las uñas.
Isolda en la espera
Isolda Dosamantes
Isolda desesperada
Isolda neurótica
Isolda aviática
Isolda en las nubes
viernes, febrero 17, 2006
jueves, febrero 16, 2006
Canto a Yunnan
El sur, el sur, siempre el sur, con su oleada de luz y su sabor candente, el sur como el mar con su sabor a brisa, con la sal en los labios, como el canto de un ave, el sur. También en china el sur es un continuo verde, un cielo colorado, un templo en la montaña, una caricia. El sur de China es un limón como el del patio de mi casa, alguna piña, un mago. Es un pescado a las brazas, el sol sobre la frente, una vereda de hojas. Es un monje en bicicleta vestido de naranja, una niña paseando con su algodón de azucar, un arrozal y un sembradío de té.
Es, aunque cueste decirlo, estar entre la tierra disfrutando su aroma, con todos sus colores y tener en la mente una neblina de nostalgia, es amar el instante con una lágrima que escurre, es abrazarse a si mismo en la sonrisa de alguien, no importa de quien sea.
Es, aunque cueste decirlo, estar entre la tierra disfrutando su aroma, con todos sus colores y tener en la mente una neblina de nostalgia, es amar el instante con una lágrima que escurre, es abrazarse a si mismo en la sonrisa de alguien, no importa de quien sea.
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