Destiempos

Caminamos en sentido contrario, mientras buscaba en la calle del vecino te ibas al sur, cuando el oriente brillaba en mis pupilas andabas en el mar de América tostándote al sol junto a la arena y escuchando las olas de un mar que me nombraba, cuando llegué al muelle y comencé a buscarme te habías ido, entonces me dió por las grutas y las minas. Un día nos cruzamos en la calle sin vernos, nos buscamos en la plaza mientras desandábamos el camino del otro. Nosotros dos a destiempo en el tiempo justo del adios.