De México a Morelia todo fue cambios de paisaje, Yuuki estaba feliz de pronto quería leche o comida y claro cambios de pañal, en el camino la nostalgia de mi abuelita me acompaño, me la imaginé de niña con su cabello rubio corriendo bajo los arcos del acueducto.
Hermoso Morelia nos recibió con sus edificios románticos, con sus calles de cantera dónde baile hace años, y conocí al poeta Neftali y le leí jubto con mi amiga Erika poemas sentados todos en viejas cajas de cerveza vacías, la nostalgia y el reencuentro con la ciudad y mi hijo con su primera visita a una parte de su sangre, la de los músicos Iriarte.
En morelia disfrutamos su maravillosa comida, unas corundas y las calles con sus portales majestuosos, al día siguiente saludamos a la poeta Margarita Vázquez y hablamos mucho de poesía y amistad que atraviesa el tiempo.
El viaje de Morelia a Zamora estuvo bien y largo, llegamos al hotel y no había ni siquiera una reservación, un poco de berrinche y ni modo a desembolsar más de lo pensado en una habitación más cara. Luego el encuentro, Yuuki el centro de todas las atenciones.
En la clausura del encuentro internacional de poetas en Zamora Michoacán
Rodeados de la maravillosa naturaleza del lago michoacano.
Luego Arandas, mis compadres, mis amigos y Yuuki con su papá Katsumi disfrutamos la maravillosa hospitalidad de Paco y Gloria.
Unas cevecitas, una carne asada en el rancho de mi compadre, un tequila delicioso de Arandas, un helado en la plaza, la visita obligada a las iglesias, un café en el museo de la cera y lo más hermoso laplática con mis amigos, mis compadres y mi ahijado Yancui, que es un joven de esos que adoran las Mangas japonesas.
Plática y lecura de poemas en Arandas, Jalisco.
En la casa de las artes, con los alumnos del taller "Café con letras" del que es fundadora y coordinadora la poeta Tlaxcalteca Gloria Nahaivi tuvo lugar la plática y lectura de poemas de Isolda Dosamantes. Después los miembros del taller, el narrador Francisco Guzmán y otros invitados se dieron cita en un café de Arandas donde compartieron poemas, cuentos, aquechú y piñita de Pahuatlán.
Luego lo triste, la despedida y el final del viaje, el cansancio de la manejada y la llegada a casa, felices y contentaso, cansados un poco pero muy muy contentos.