martes, septiembre 25, 2007

Los príncipes se convierten en demonios



En el reino de las flores
donde el invernadero da flores de azar
y limones jugosos sin semilla,
allá donde las fiestas empezaban al alba
y amanecían con las uvas en los labios
y todo eran cuerpos que desnudos llegaban a las cimas
en la que la cortina de agua era cascada
de temblores y vientos a galope,
en ese rincón habitaba una doncella
que estaba enamorada de su príncipe,
como todo buen príncipe, tenía las manos suaves,
terciopelo sus manos y sus rizos alegraban su rostro
que parecía una luna con la sonrisa a cuestas y su arete,
el príncipe, quizá último romántico nacido en el siglo XX,
tenía la costumbre de pintar, y sus maestros le compraban
y el reino al que había sido desterrado le dio durante años los lujos de la cenas en cinco estrellas y algunos monedas de oro que hacían al príncipe feliz, luego, al pasar de los años, no hubo más cenas en palacio, no lingotes por cuadros, fue en ese entonces que conoció a la doncella, ella había salido del mar, llegaba a su reino de con flores de azar y a sus limones, se encontraron y fueron felices por un lustro, año con año, ella desesperaba por el pan, así que al ver que su príncipe no podía ni sembrar una hectárea, tuvo que emprender un largo viaje, tomando palabras de aquí y allá aprendió a leer escrituras, las costumbres del viento, las horas de la tarde se hacían largas y cuando regresó, el príncipe había sido raptado por un demonio, no lo encontró por ningún lado.
La doncella está triste, añora las costumbres del viento.


Foto: Qinghai. Agosto de 2007, SIDC.




Mientras lucho con mis demonios, en China se celebra la fiesta de la luna:http://spanish.peopledaily.com.cn/31613/6269975.html

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