miércoles, febrero 04, 2009

El Dorado, enero de 2009

Los escritores en español de Ottawa se reunen mes con mes, desde hace más de diez años a compartir su obra, cuento, poesía, traducciones, crónica, todo se vale y en eso va su apuesta, no es un taller como el que fundó Arreola, es simplemente la reunión en el que se unen varias voces para seguir vias, para mantener su lengua materna vigente, para vivir sus sabores y nostalgias, muchos de estos poetas llegaron a Canadá en la época de la dictadura Chilena, otros en momentos en que sus países tenían problemas - en Latinoamérica siempre los hemos tenido- han llegado a esta tierra de climas extremos pidiendo asilo y oprtunidades. Muchos llevan más de 10 o 20 años en estas tierras, otros llegamos ayer o hace unos meses, con la mirada abierta y la esperanza del maíz entre las manos. Ellos los que viven aca desde hace tiempo se reunen en esta fiesta mensual de letras llamada Dorado y me uno a esa celebración con alegría:





E L D O R A D O

Estimados/as Amigas/os:

Serendipia III


Enero en Ottawa ha transcurrido con bastante nieve y una huelga de los buses de la ciudad la tienen sumida en un caos vehicular de proporciones. La nieve no para de caer. No tiene sentido reclamar pues los inviernos se han tornado demasiado impredecibles y además como todo el mundo dice y acepta: This is Canada. Y llegamos a la lectura de El Dorado, 30 de enero de 2009.

Nieva, llamo a Jorge para parlamentar si será necesario llevar equipo de sonido a la lectura dada la poca expectativa, Jorge me indica que quizá no sea buena idea ya que posiblemente no vendrán mas de cinco comensales. Le digo que tiene razón, entonces me largo y luego de recoger a Jorge nos dirigimos al Restaurante Viña del Mar. Dada nuestras débiles expectativas para la jornada le propongo a Jorge que si hay sólo algunas personas hagamos una bravísima lectura y después nos vamos a un café nuevo que acaba de abrir donde antes funcionaba el Rapustin’s, vale dice este.

Arribamos al Viña y efectivamente no hay un alma excepto los dueños del lugar. Nos enteramos que Arturo Lazo se encuentra fumando (era que no) en la salida por detrás del recinto. Dejamos nuestras bolsas y guitarra y salimos con Jorge a fumar un cigarrillo por la entrada del local. Estamos en eso cuando por la calle Wellington aparece un auto con tres damas, se detiene enfrente del Restaurante y de este bajan la narradora Anita Junge-Hammersley y Ximena Lama, luego aparece la poeta Carmen Contreras quien hacia de conductora. Las damas ingresan y antes que el cigarrillo de Jorge permita la última aspirada aparece el poeta Erik Martínez acompañado por la profesora y excelente traductora Luise Von Flotow. Nos miramos con Jorge y la idea de visitar el nuevo café comienza a esfumarse, ingresamos junto con los recién llegados.

Una vez dentro del restaurante aparece el narrador Ramón Sepúlveda
e inmediatamente después ingresa una traductora y poeta que nos vista por vez primera, Mary Borys. Ya aprestándonos para comenzar ingresa el poeta salvadoreño Víctor Fuentes, el narrador Jesús Aníbal Avalos (también salvadoreño) junto a sus esposas. Estamos saludándonos cuando se acercan dos jóvenes señoritas preguntando si acá sesiona El Dorado, se les responde que si y se presentan: se trata de la poeta mexicana Isolda Dosamantes y su amiga Laura Smith.

Comienza la lectura: Abre los fuegos Ramón Sepúlveda con una narración que incluye al poeta dorado Arturo Lazo,
luego le sigue el poeta Víctor Fuentes quien entrega una narración acerca de los “gases” humanos e incluyendo el conflicto palestino-israelí. La poeta Isolda Dosamantes recita de memoria un breve poema y avisa que próximamente traerá su libro (publicado recientemente) del cual nos leerá mas extensamente.


Anita Junge lee un extracto de la novela que se encuentra escribiendo en estos momentos y que obtuvo una mención honrosa en el concurso literario Nuestra Palabra en la ciudad de Toronto. A ella la sigue un viejo conocido nuestro, camarada y co-fundador de El Dorado Jorge Etcheverry con una narración dedicada a Tiro Fijo. Mary Boris nos lee una sorprendente traducción suya de algunos poemas de un poeta rumano.

Ya acercándonos al cierre, Erik Martínez poeta dorado lee un poema escrito recientemente que será publicado en el número venidero de la revista Alter Vox. Cierra la sesión este servidor con una canción de Eduardo Gatti titulad El Botero.


No hubo necesidad de asistir al Café European Tapas, una vez más la Serendipia se hizo presente en la sesión de enero de El Dorado. No es la primera vez que tenemos agradables sorpresas, tampoco será la última. Los asistentes comienzan a retirarse por la calle Wellington en medio de la nieve que aun cae, ahora más suavemente. Nos fuimos a celebrar al Pub Italia de la calle Preston como algunas otras veces.


Nos veremos el 27 de febrero.

Luciano.


El Dorado 2009

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