jueves, septiembre 03, 2009

Felicitaciones a la fundación René Avilés Fabila

y al Instituto Politécnico Nacional, ya que en un esfuerzo concertado por difundir la obra literaria de los escritores mexicanos lanzaron a la luz 25 libros de la Colección Poliedro de “El Búho”, en el marco de la XXXVIII FIL Politécnica 2009.

Los libros de la colección son parte de la historia reciente de la literatura mexicana. Entre las primeras seis obras de Poliedro del Búho que se editaron se encuentra el libro de ensayos de María Luisa “La China” Mendoza (1930), titulado ¡Oiga usted!.
La novela El sentido del amor, de Héctor Anaya. De Jorge Ruiz Dueñas (1946), sus ensayos en el volumen Tiempo de ballenas. De Marco Aurelio Carballo (1942), las crónicas Sin novedad en el metro y otras turbocrónicas, retrato agudo y fiel de los aconteceres urbanos. De la poeta, narradora y dramaturga Marcela del Río (1932) … como en feria. De Esther Charabati, sus disquisiciones respecto a la cartografía del pensamiento contemporáneo y la metamorfosis que sufre éste en la pasión de un migrante a través en el volumen Rasgando el tiempo.

Los otros diecinueve libros que quedan a disposición de los leyentes –como diría La China Mendoza— la Antología personal de Rubén Bonifaz Nuño (1923), poeta que está más allá de cualquier definición en virtud de la minuciosidad de su verso, la estética de su forma y lo inquietante de su contenido. Este compendio vale la pena sólo para desentrañar el misterio de la elección de los poemas por la que el autor se decidió. Autores novelísimos como la poeta Mariana Bernárdez (1964) con su Simetría del silencio, Rubén Don (1977) con su galardonada La consecuencia de los días y Ramón I. Martínez (1971) con su Cuerpo breve, dan seña de que ya se manifiestan por la búsqueda de una estética propia y a la vez heredera de una enorme tradición poética y narrativa.

Otros textos que están de nuevo en vitrinas son: del barítono Roberto Bañuelas (1931), Memorial de poetas entre lobos, donde explica su transitar por el mundo del arte y la poesía; Entrando por la salida de Rodolfo Bucio (1955); Alabanza de los cuerpos de Leonel Robles (1964); Huérfano de besos de Alberto Dallal (1936); Conjuros y divagaciones de Dionicio Morales (1943); La última carcajada de Ignacio Trejo Fuentes (1955); Así fue de Raúl Cremoux; El perrito de lady Chatterley de la sonorense Eve Gil (1968); Los oficios perdidos de René Avilés Fabila (1940); El infierno es un horizonte abierto de Roberto Bravo (1947); Cuentos cínicos de Carlos Bracho (1937); Intermitencia de la sombra de David Gutiérrez Fuentes; Juego de Cartas de Bernardo Ruiz (1953); Yuhcatilixtli, de Federico Ortiz Quesada (1935), y Libro VI. La construcción de la rosa de Roberto López Moreno (1942).

Después de copiar todo el boletín que me mandaron de la Fundación sólo quiero comentar que me da mucho gusto encontrar en esta lista nombres conocidos, de mis amigos, y desde aquí un abrazo y felicitación para ellos, ellos saben quienes son. Ah, se me olvidaba la foto pertence a la página de la Fundación René Avilés Fabila.

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