lunes, mayo 31, 2010

un viernes de película

Lavé las paredes de la cocina que está vacía y está estrenando piso, esperé inutilmente que llegara la nueva cocina, hice el desayuno en una quesadillera eléctrica, llamé a la tienda, me mandaron a la fábrica, que pregutara cuándo , me dijeron que en una semana, decidí ir a lo que quería ir: al homenaje de Gustavo Sainz m perdí  y llegué aún más tarde de lo que esperaba, además habían recorrido hacia atrás la hora de los eventos. Sí llegué al final, ya habían hablado Emiliano Pérez Cruz, Ignacio Trejo Fuentes, Josefina Estrada y llegué a los últimos comentario de Arturo Trejo Villafuerte, que para mi alegría habló,  habló  y habló. La gente estaba feliz y Sainz, sentado a mi izquierd lo estaba también. Fue una tarde luminosa. Luego a comer a una cantina un delcicioso chamorro. Por cierto que tengo un estudiante chamorro, no sabía que existían los chamorros ni que había una lengua llamada Chamorro.
Como las bebidas estaban muy frías nos tradamos en regresar a la lectura de la nueva novela de Gustavo Sainz, interesante, claro, pro alque me gu mucho fueron sus comentarios en torno a la escritura, ya sabemos lo de la disciplina pero no está de más que te lo recuerden.

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