jueves, octubre 30, 2008

Primera nevada


Podría decir que ayer fue un día romántico, que mientras dormía la nieve cayó lentamente sobre los autos y que los techos de las casas amanecieron color a nacimiento, podría contarles que los árboles del parque estaban llenos de algodón blanco y que la noche ardía entre la calefacción y al abrazó enternecedor de mi amante. Mentira, nevó y yo sin botas para nieve caminaba con miedo a resbalarme, decidí tomar camión para no enfriarme en mi caminata de media hora, el 77 no pasaba y el tiempo sí, se retrasó no sé si 15 o 20 minutos pero me parecieron horas, sólo estábamos a menos cuatro pero mis calcetines no eran de lana y mis zapatos eran unos 24 horas que cada vez salen más chafas, en fin que tomé el camión tarde, caminé en Place d Acuill viendo como corrían los minutos, atravesé las calles tardes y cuando llegué a la oficina pues como ya se imaginan era tarde, descubrí entonces que no me había traído mis libros de gramática y acordeones para un examen que quería comenzar a las nueve y por consiguiente, gracias a la nieve y al maravilloso 77 no puntual, empecé tarde.Claro que la literatura es lo mío, ya saben no lo he leído todo un poco de acá un poco de allá, pero en literatura mi examen estaba como decimos en México regalado, un contemporáneo, el papá de Raquel mi amiga y sus maravillosos Hombres del Alba, Cortazar y Juan Rulfo, en eso como pez en el agua, algo de ortografía, de redacción de lectura y chin, los maravillosos nombre de adverbio, complementos director , mi coco un poco de gramática y claro que extrañe a Tania que siempre me sacaba de alguna duditas durante nuestros estudios de morfo y esas cosas. Así se me pasaron 4 horas en un examen de dos, sobre todo cuando por querer ser perfecta, me clavé y clavé en la textura de las palabras y su forma y si en si un qué estaba funcionando como relativo o nexo o lo que sea, parecía que me había fumado un kilo, qué digo, si soy rete mala para eso, yo creo que con un sorbito me pongo turulata. En fin luego, en el cine club de la escuela vi EL bulto y me reí como enana y cuando me fui a casa me aplastaron un poco las puertas del camión y plas... que me suelto a llorar como magdalena, chille que chille en el elevador y pues se me salín las lágrimas y no quería que viera Katsu, porque que iba a decir que qué chillona y pues más me daban ganas y se me salían y la gente que quería subir al mismo elevador que yo y yo que me daba la vuelta y me iba a ver quesque el buzón de correo y al fin la gente ya no estaba y katsu esperando con el elevador, subimos llegamos a casa y yo que no podía aguantar las ganas de llorar y al fin que le digo que me aplastó el camión y que nadie se dio cuenta y chin que toda la tensión del frío, el examen se me salen en un mar que hasta parecía que algo malo me había pasado, pero no, simplemente andaba medio sensible, En fin espero que no haya confundido un verbo con un artículo, que mi trauma con las puertas (gracias a Beiwai) algún día sea superado y que Katsumi no piense que estoy loca cuando me pongo a llorar por nada.

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