El erotismo, la luna y el mar en la
poesía de Nahaivi, la poeta de Eros
Isolda Dosamantes
Conozco a Gloria Nahaivi desde los
años ochenta, la poeta oriunda de la ciudad rielera ha danzado con las palabras
a lo largo de toda una vida, desde el rincón donde lee a los clásicos, la
butaca universitaria, el proscenio declamando, como promotora de lectura,
tallerista y maestra, siempre danzando con ellas como una musa con su flauta.
El primer poema que recuerdo de la
poeta lo elaboró dedicado a la fuerza femenina, a la soledad que soportan a
partir de sus movimientos corporales, este poema que si mal no recuerdo fue
incluido como fondo dentro de la presentación coreográfica Ellas danzan solas del grupo de Danza Contemporánea de la
Universidad Autónoma de Tlaxcala, dirigida en ese entonces (1986) por el
coreógrafo Carlos Sánchez. Ese poema tenía una característica que sigue como
característica esencial de los poemas de Gloria Nahaivi: el rescate de esa ventana
poética que nos permite, a partir de la delicadeza, ver la belleza del ser
humano.
Ahora bien, esta tarde de agosto,
Nahaivi, quien vive actualmente entre sembradíos de agave, viaja a su tierra
natal para ver los volcanes y presentarnos su nuevo libro titulado Atrapalunas, en el que pareciera
abrazarnos con sus versos. En este libro la poeta nos abra una ventana , como
Hölderlin hacia la belleza, que nos lleva al mar al erotismo de las olas y el
plenilunio:
“Arde la
marea
en estos
ojos míos,”
y más adelante en el mismo poema:
“Tú me
traías el mar
en tu
mirada, yo llenaba mis
manos de
fragancias prohibidas.”
Otro ejemplo del
erotismo, el mar el uso de la luna, el disfrute de Eros y la importancia de de
los aromas en la obra poética de la autora se encuentra en el poema “Destino:
la Habana”.
…si ya la luna arrulló mi sexo
y abrió cierta noche ,
la página íntima de esta piel,
y aún así digo que eres predecible,
cuando ya bebías
a sorbos
cada oleaje
de mar adentro.”
Si bien es cierto que la autora nos
habla del mar y el erotismo en el libro encontramos imágenes que iluminan el
poema como cuando dice:
“dime como cerrar este abanico,
donde los recuerdos -se abren-
exhibiendo sus sueños.”
O poemas en los que el Eros es parte del
amor, del desamor, de los recuerdo como en el poema “Hoy no hago más que maldecir el hastío” Pág.
40.
Como podemos observar, Nahaivi nos va
metiendo en un mundo en que la belleza del mundo nos da la mano a través de la
naturaleza, hasta el dolor tiene una fragancia diferente como lo acabamos de
constatar en el poema anterior.
Es además necesario comentar que el
libro transita entre la melodía del verso libre y la musicalidad de la métrica
tradicional clásica. Algo interesante es encntrar en los poemas de Gloria una
búsqueda por la experimentación gráfica en el poema a manera de Tablada o los
vanguardistas franceses como Malarme en un lance de dados, un ejemplo de ellos
es la botella que ilustra el poema “ Mensaje en una botella de tequila”, Pág:
37. Así como en los poemas Acuarela, Sirenia donde se lanza a la combinación de
palabras a manera de acróstico con significados que sustentan las imágenes del
mar:
M…….area
A……..lta
R
oquedad.
En el poema Opaluna, podemos observar de
igual manera como el rielar de la luna sobre la mar.Otro ejemplo en el que la
poeta experimenta es en “A veces tu nombre” pag. 73 en el podemos encontrar una
historia completa a manera de farsa poetica que teja pensando pues en el poema
todas las palabras son adjetivo de ese título: “ Almibar, claustro, agua… para
terminar el texto con la palabra cenizas.
Otro poema que forma parte de este juego experimental y que es una verdadera
joya dentro del libro es el poema “Louona”: pág. 82
en este poema como ustedes pueden
observar se conjuga la belleza de la infancia con la naturaleza y el ensueño,
así es la poesía de Nahaivi, una poesía que nos deja ver que más allá de lo
cotidiano está el mar, con todos sus matices azules, de vida.
Gracias.