A Pina, la poeta que sufre este blog, gracias.
Hijoles, no puedo evitar compartir con ustedes esta tarde, lo que pasa es que es un redescubrimiento de Isolda en China, sé porqué sigo en este país, me siento alegre y con una energía que me desborda, voy sonriendo por la calle, me despierto bastante temprano, me rinde el día y el dinero, me pongo furibuda cuando no entienden mi chino [´shang.´shan.xua 1], y trato de cambiar los tonos para que me entiendan, hoy me pasó eso al decidir gastarme 50 yuanes en un platillo de lujo “el pato laqueado” o [kao.´yan], quería medio pato, pero la mesera estaba necia en que era mucha comida para una sola persona, incluso trató de persuadirme diciéndome que era muy caro, al fin la convencí de que sí, de que quería medio pato y una orden de pepinos, otra vez la discusión pues el pato incluye pepinos partidos en rajas muy pequeñas igual que cebollines (una especie de cebollitas que parecen poro pero no son poro y tienen un pequeño sabor a ajo), así que se le hacía ilógico que además pidiera pepinos, lo que pasa es que para mi son una delicia y con el calor que hace, a decir verdad no tanto como cuando me fui, se me antojaba lago fresco. Luego me dieron una bebida que parecía Coca cola, me dije, ouch, ya vamos a empezar con los malos entendidos, a qué hora pedí refresco, pero no la joven que me atendía, me dijo que era de la casa, yo pedí mejor té pero en cuanto se fue, como tenía sed, pues probé la bebida, me encantó una especie de jugo de frutas, como de ciruela o capulín, una combinación de ambos, eso me pareció, aun no investigo de que era esa agua, ya lo haré, verdaderamente exquisita y luego el plato fuerte el pato, llegó el mesero con un pato completo y comenzó a rebanarlo en mis narices con una rapidez que me impresionó, entre tanto las meseras ponías la mesa, las tortillas de harina hiperdelgadas, la salsa dulce para pato, los cebollines y los pepinos rebanados, todo dispuesto incluyendo el pato, pensé que era mucho y que seguramente me debería llevar comida a cas, pero no, me acabé el pato completito, estaba riquísimo, pero lo que si me traje a a casa fue una buena dotación de pepinos que sobraron, creo que serán parte de mi comida de mañana. También recordé porque quisiera que “alguien” (llámese novio, amigo, amiga, conocido) estuviera a mi lado en momentos como este, inesperados pero especiales, creo que me gustaría compartir estas cosas, pequeñas grandes cosas y la capacidad de que aún me asombren, jua, se me quitó el pesimismo del un choro anterior. Salud por China, por la vida.
Hijoles, no puedo evitar compartir con ustedes esta tarde, lo que pasa es que es un redescubrimiento de Isolda en China, sé porqué sigo en este país, me siento alegre y con una energía que me desborda, voy sonriendo por la calle, me despierto bastante temprano, me rinde el día y el dinero, me pongo furibuda cuando no entienden mi chino [´shang.´shan.xua 1], y trato de cambiar los tonos para que me entiendan, hoy me pasó eso al decidir gastarme 50 yuanes en un platillo de lujo “el pato laqueado” o [kao.´yan], quería medio pato, pero la mesera estaba necia en que era mucha comida para una sola persona, incluso trató de persuadirme diciéndome que era muy caro, al fin la convencí de que sí, de que quería medio pato y una orden de pepinos, otra vez la discusión pues el pato incluye pepinos partidos en rajas muy pequeñas igual que cebollines (una especie de cebollitas que parecen poro pero no son poro y tienen un pequeño sabor a ajo), así que se le hacía ilógico que además pidiera pepinos, lo que pasa es que para mi son una delicia y con el calor que hace, a decir verdad no tanto como cuando me fui, se me antojaba lago fresco. Luego me dieron una bebida que parecía Coca cola, me dije, ouch, ya vamos a empezar con los malos entendidos, a qué hora pedí refresco, pero no la joven que me atendía, me dijo que era de la casa, yo pedí mejor té pero en cuanto se fue, como tenía sed, pues probé la bebida, me encantó una especie de jugo de frutas, como de ciruela o capulín, una combinación de ambos, eso me pareció, aun no investigo de que era esa agua, ya lo haré, verdaderamente exquisita y luego el plato fuerte el pato, llegó el mesero con un pato completo y comenzó a rebanarlo en mis narices con una rapidez que me impresionó, entre tanto las meseras ponías la mesa, las tortillas de harina hiperdelgadas, la salsa dulce para pato, los cebollines y los pepinos rebanados, todo dispuesto incluyendo el pato, pensé que era mucho y que seguramente me debería llevar comida a cas, pero no, me acabé el pato completito, estaba riquísimo, pero lo que si me traje a a casa fue una buena dotación de pepinos que sobraron, creo que serán parte de mi comida de mañana. También recordé porque quisiera que “alguien” (llámese novio, amigo, amiga, conocido) estuviera a mi lado en momentos como este, inesperados pero especiales, creo que me gustaría compartir estas cosas, pequeñas grandes cosas y la capacidad de que aún me asombren, jua, se me quitó el pesimismo del un choro anterior. Salud por China, por la vida.
1 comentario:
Mi estimadíssima Iso:
Gracias.
Extrañaba mucho tus letras en este blog. Creo que pasé verano buscando cualquier señal de vida tuya.
Me alegra leerte en esta lluvia de post nuevos y con muchas noticias. No supe que habías veniodo a México.
Tampoco he escrito en mi página. Duramos más ede un mes sin internet. Pero aun sin él te buscaba en los ciber públicos.
Me alegra quye hayas aparecido.
Recibe un abrazo gigante y que la vida te trate lindo en Beijing. Confío en que así será.
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