domingo, marzo 15, 2009

Crónicas del Paisaje en México




27 de febrero
Me estaba esperando en el aeropuerto. Antes de salir pase al baño y me di una manita de gato, luego ya toda bella salí con mis maletas llenas de chocolates Laura y miel de Maple, allí estaba él con sus sonrisa de te amo, allí yo con la emoción de verlo metida en alguna parte de mi cuerpo. Íbamos con prisa hacia el departamento, nos comíamos con la mirada y a besos lejanos mientras manejaba su gol blanco del año de la canica, finalmente llegamos a la colonia y se me despertó el apetito, fuimos directo por unos tacos de suadero y cabeza, con su salcita verde y sus pepinos. Después de China soy una adicta a los pepinos.

Llegamos a un mi departamento con nuevo entorno, había un mesita más con lámpara en la recámara, maderas y cuadros acomodados en algunas esquinas, libros. Había algo flotando en el ambiente, queríamos dormir abrazados y hablar, hablamos las horas y la distancia se hizo nula, sonreímos.


28 de febrero
Al día siguiente con toda calma nos fuimos al la Feria del Libro del Palacio de Minería, compramos los boletos porque ya se imaginan Isolda nerviosa desesperada, necesitaba entrar y no sabía si sus colegas llegarían a tiempo con los boletos, con boletos en mano se encontraron en la puerta con Tanya de Fons y bueno no se usaron, se guardaron para alguien, lo primero que hice fue ir a Alfaguara a comprar la edición conmemorativa de La región más transparente de Carlos Fuentes, se me antojaban muchos libros pero no podía darme ese lujo, luego ya con toda calma fui por un cafecito y café en mano me acerqué a la sala Prieto en que me tocaba leer, ya estaba ahí mis amigas Thelma Nava y Raquel Huerta Nava, platicamos felices de encontrarnos, Katsumi se me desapareció un instante, parece que no lo dejaron entrar con su café, en fin que me senté en medio de las poetas y hablamos de Canadá y de Thelma, hija de la poeta, que vive al norte de Canadá, en eso pasó el David Huerta y se, nos saludamos. Al poco tiempo llegó Citlali y decidimos comenzar la lectura. A petición de Citlali comencé a leer (le dedique por supuesto la lectura total a Thelma, era un honor tenerla conmigo) y poco a poco se fue calentando el público, luego leyó Citlali y así nos fuimos turnando el moderador, es una lástima que no nos conociera pues podría haberle dado un poco de sabor contando anécdotas pero estaba feliz y encantado y nosotras también, pero yo estaba feliz, vi llegar de pronto como entre una bruma de nubes con escobas y fuegos artificiales a mis amigas, todas medio brujas y poetas, desde la maravillosa Lorena, a Refugio, Mónica y María. Claro no podía callar mi emoción y la expresé y luego vi como llegaba aquel hombre de cabeza inteligente y maravilloso lector y crítico y sobretodo amigo Nacho Trejo con la sonrisa hermosa de su dama Cordero y ya estaba súper feliz, Katsumi tomaba y tomaba fotos y yo leía y leía enamorada de mi público, de nuestro público. Al final se puso increíble vendí como diez libros y firma que fírmale Isolda para gente que no conocía y para mis primos Dosamantes que hace muchos años que no veía, en fin que nos sacaron de la sala pues ya era hora de cerrarla.
Los poemas de Citlali eran muy buenos, de hecho hicimos intercambio de libros al final pues como había supuesto terminamos con una mesa enorme en la calle de Gante, esta vez no en el lobo pues estaba atiborrado de gente, bebimos cervezas y café estaban mis amigos Citlali y sus amigos luego llegaron mis papás y mis primos, se metieron adentro, el viento helado que anuncia la hora del vampiro nos corrió a nuestras casas y dormí feliz.

1 de marzo
Nos fuimos sin desayunar porque se nos hacía tarde, pero empezó más tarde la lectura y las tripas me hacían ruido por toda la panza, llegaron mis papás y ya éramos cuatro desesperados, luego al fin llegó Andrés y Adriana y se puso buena la cosa, lo primero era quitar apresurar a una cuenta cuentos que no dejaba su labor ni un instante, tenía a su público con los ojos vendados y le ponía canciones de trova cubana, luego les leía trozos de una historia y les cantaba, en fin que después de un rato terminó y comenzó mi turno. ¡Primera llamada! anunció Verosdestierro y comenzó a juntarse la gente ¡Segunda llamada! Y unas sillas más se llenaron ¡Tercera llamada! Y comenzamos, la lectura se hizo a través de una especie de entrevista entre Andrés y yo, comencé leer, un, dos poemas y aplausos, me pregunta Andrés sobre el Lago oeste y recuerdo la laguna de Atlangatepec, hablo de los sauces y la niebla de ese lugar mágico que es Hangzhou y recuerdo a mis alumnos Che y Martín y al papá de Che gran narrador Chino que me habló de la forma de vida de un escritor del estado en ese país milenario, y recuerdo el té Ulong de Kunfu, o algo así y los bocadillos y la noche en que por causa del té y sus efectos tropicales no pude dormir. Y así entre poema y poema se dio una especie de entrevista que tenía al público feliz pues ese que iba pasando se quedo a la lectura y yo hablando de China y de Tlaxcala y del libro y de las ciudades y de los corazones rotos que componen con saliva y de las arañas en su brocal y el brocal de mis sueños. Al fin muy padre esa lectura tuve la presencia del poeta Francis Mestries y hablamos sobre nuestra muy querida y admirada Lolita Castro, con todo respeto la poeta Dolores Castro de quien, por azares del destino compré dos libros que me traje a Canadá una antología llamada A mitad de un suspiro preparada por Jorge Asbum, excompañero de la maestría, que tiene de particular un disco con los poemas de la maestra en su propia voz, no lo hubiera comprado de no ser por el disco porque prefiero los libros completos a las antologías, y el libro Oleajes publicado en el 2003 por el Instituto mexiquense de cultura.

Regresando a la lectura en el MUNAL, he de decir que la disfruté muchísimo y que Andrés es ya un gran presentador con unas tablas maravillosas y un excelente editor y lector de mis poemas pues la lectura a manera de entrevista le dio un formato muy bello y especial a la lectura, además la gente y yo estuvimos felices e hicimos contacto, se vendió el libro y lo firmé con mucho gusto y cariño a los presentes. Luego mientras firmaba se anunció el inicio del maratón de poesía arrancó y después de escuchar a la segunda poeta,
Tuve que hacer mi desaparición pues mi abuelita me estaba esperando a comer.

Estar con mi abuelita siempre es muy especial, me llevo muy bien con ella y nos entendemos, viví con ella cuando estaba en SOGEM y a pesar de que le desesperaba que me desvelara trabajando en la computadora o leyendo le daba mucho gusto cuando tenía algún logro como publicar en un medio o revista. En fin que mi Tita me recibió además de con mucho cariño con unos deliciosos chiles rellenos, chicharrón en salsa verde, arroz, frijolitos con epazote, crema , queso, pollo con champiñones y tortillas, deliciosos y mi panza reventaba y yo comía y comía, le regalé sus chocolates y mi cariño, además de una taza de Canadá.

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