jueves, abril 12, 2007

Diván, nostalgia anticipada


Los días en cuanto llega el buen tiempo son más largos y pasan más rápido, entre la bicicleta y la calle apenas tengo tiempo de andar las palabras, por las mañanas mis alumnos reclaman mi tiempo, me gusta dar clases, sin embargo, siempre surge la duda ¿ha sido buena esta clase? ¿Productiva? Algunos días salgo feliz de un grupo, sé que ha sido una clase amena y provechosa y otras con una espina, una incertidumbre, sobre todo cuando no encuentro en la expresión de los alumnos no llega ni una mueca. Lo malo de esto es que en lugar de motivarme me aplasta, y también me hace sentir hormiga el que después de mucho trabajo y desgaste cuando preguntas algo que ya dijiste, que ya explicaste, la cabeza de los chicos en blanco, entonces me siento hormiga que trabaja y trabaja sin la posibilidad nunca de llegar a ser una reina. A decir verdad me gusta ser maestra en China, la gran parte de las veces es gratificante, ayer por ejemplo mientras buscaba mi bebida china favorita Doujia, me encontré a mis alumnos de primero y terminé cenando con ellos, el que te expresen cariño cuando menos lo imaginas te hace feliz, en fin todo esto es para de alguna manera justificar mi ausencia del blog, a veces entre tanto trajín no me da tiempo de contarles, que por ejemplo estoy en una etapa de acumulación de material para la enseñanza y sin embargo la realidad es que, regresaré a México y aún no tengo ni idea de lo que será mi vida laboral y si tendré oportunidad de continuar con la enseñanza de mi lengua materna. Ojala que sip.
Foto: Alfonso. Mis alumnos de la Universidad de Xiangtan.

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