domingo, noviembre 04, 2007

Si te vienen a contar

cositas malas de mi, manda a todos a volar y diles que: yo no fui, canción que la noche de ayer levantó al público asistente al tradicional palenque de las ferias mexicanas, en este caso de la Feria de Tlaxcala, Pedrito Fernández, el de la mochila azul, encendió las voces del público y la euforia que acompañada de unos rones llenaban de algería el espacio donde se hacen juegos de lotería y peleas de gallos, que en esta ocación nos daba una muestra de la crisis económica de los mexicanos, pues estaba semi vacio. A pesar de que no estaba lleno hay que reconocer dos cosas, la entrega y profesionalismo del cantante y la alegría y ganas de divertirse de los asistentes.

Hace años que no visitaba la feria de mi pueblo, al recorrerla me gustó como siempre la parte ganadera, unos caballos, animales preciosos, chulos de verdad con su pelaje azabache, no probé los pulques que imagino muy buenos y extrañe los viejos pabellones industriales sustituidos por una nave, galera sin mucho estilo. He de decir que a veces soy bastante crítica y hago mis berrinches como el que hice cuando vi la entrada a la sala de cine Miguel N. Lira, las escaleritas coquetas por las que se entraba, fueron sustituídad por una construcción cuadrada y espantosa, espacio por demás desperdiciado y horrible. Ya, ya sé las ciudades cambián, cambian las personas, pero no puedo evitar ser una nostágica de las cosas buenas y una crítica ante las cosas que cambian el paisaje, por desgracia esto es superfluo y absurdo cuando la sociedad tlaxcalteca se encuentra en proceso de putrefacción, antros llenos de niños de secuandaria que en vez de irse de pinta al río para coemerse unas tortas, se van al antro, pobres de mis amigas con sus hijos de 13 o de 15 o de 18, entre los antros y la la tv, les salen canas.

No hay comentarios.: