Justicia

claman los niños espíritu de la guardería.
Buscan trabajo los desempleados,
caminan descalzos los campesinos,
se gritan los diputados,
las verdulesras;
dan premios a verdugos,
se encuentran cabezas en el asfalto,
se escuchan balazos en las playas,
maltratan a mujeres,
las violan.
Desemplean a miles de electriciastas,
lloran los más desprotegidos
se organizan los que sueñan,
marchan todos con el coraje en los ojos,
marchan con la verdad de su esfuerzo.
Y puedo enumerar una tras otra las penas del mundo,
las de mi pueblo, las del vecino,
la injusticia de cada esquina,
la inocencia de algunos,
puedo decir que hay gente que se pudre,
que es basura,
y puedo verme en un espejo,
con la cara hecha un ascua,
de coraje, de ira, de verguenza,
porque lo somos todos,
porque también tú eres humano
con su maldad andante,
con sus abusos,
con sus hipocresías;
porque también tú
te quedas callado y los solapas,
porque también tú abusas del débil,
porque también tú eres perverso,
porque tu eres espejo del mundo,
de mierda que somos, de la mierda.
Justicia,
palabra enorme,
balanza, bodrio.
Hoy es uno de esos días
en la que el cielo se enciende
desde la bilis.