A la cama

Ayer por la noche, mientras desarrollaba mi técnica vampiresa de dormir tarde y desvelarme a veces sin ton ni son, pensando en la luna menguante y las estrellas que no alcanzo ver desde mi ventana, decidí volver a ver París Texas, me sigue pareciendo una excelente película, pero ratifica, mi comentario de ayer, los estereotipos de los que no salen las mujeres, en este caso, la prostitución de la esposa-madre, imperdonable para el personaje principal. Hoy, me despertó la llamada de unos amigos para ir a comer a su casa, no pude decir que no porque me encanta la comida africana, es deliciosa. Luego, aunque tarde me fui al mercado y me sorprendí entablando una buena plática con mi marchante de las verduras y de la soya, bueno hasta me dieron una receta, lo impresionante es que de pronto me solté a hablar y hablar, en fin que cuando me di cuenta me había hecho más de tres horas en las compras de la semana, ya no me dio tiempo de mi masaje y ahora, cuando debo irme a dormir para trabajar mañana, me siento culpable, el domingo se me fue sin hacer nada. No importa, soñaré que trabajo en los sueños o que me doy una escapada.