domingo, enero 16, 2022

Enero 2021, seguimos confinados.

Segumos en pandemia

Amigos se van por covid-19

En Tlaxcala seguimos confinados, todos los días sigo enlazada mediante las redes sociales con mis amigos y conocidos, intento no deprimirme aunque las cifras de muertos van a la hacia arriba. Las personas no quieren o pueden seguir en sus casa. Los festejos de fin de año dejaron a muchos en los hospitales, otros por sus trabajos se expusieron al virus y se recuperan, algunos pierden la batalla.

    No recuerdo exactamente pero en casa recibimos la fatal noticia de que murió Cesáreo Teroba. Él era economista y lo conocí desde niña por el Colegio de Economístas de Tlaxcala al que pertencecía mi mamá. Siempre fue una persona amable, fue cronísta del municipio de Tlaxcla, pero también presidente Municipal. Cuándo organice las Jornadas Literarias de Tlaxcala en 1997, gracias a un apoyo del Fonca, don Cesáreo me apoyo para llevarlas a cabo en la hermosa Sala de Cabildos del Honorable Ayuntamiento. 

    Césareo además fue mi maestro en la Universidad del Altiplano y me dio a conocer cronistas de los que aún guardo recortes y que después, muchos años después serían mis conertulios en La Cucaracha. También asistió a exposiciones y muestras de arte en la Galería Casa de la Nube. Un amigo del que sentí y sentimos mucho en mi familia. Aún con la despedida en la memoria a los pocos días la maestra Catatalina, su esposa, lo acompaño rumbo al cielo.

    Catalina tenía unos ojos azules hermosos y una sonrisa ambale siempre. Desde niña en las reuniones de economístas ella nos recibía  como una amiga amorosa, estaba al pendiente de nosotros, los niños. Recuedo que afuera de una de las casas que frecuentábamos había árboles de nísperos, ella con su enorme altura nos alcanzaba la fruta y nos acompañaba a lavarla para que la disfrutaramos sentados en algún quicio. Sus hijas Ofelia y Chely eran mis amigas, las admiré y quise mucho, aún las quiero. 

    Los azares del destino hicieron que Catalina fuera mi maestra de Español en la Secuendaría Técnica No. 4. Fue una maestra adorable, le encantaba la lectura y nos infundió su amor por la literatura. Una vez que leímos poemas cuando se publicó un libro de entrevistas realizado por Yazmín Zárate, tuve la oportunidad de hacerles un reconocimiento público como parte de mi formación hacia las letras. Su muerte fue un gran abismo para los que nos quedamos, pues además de grandes conversadores y amables personas; eran nuestros amigos.

    La lista siguió, también se murió el doctor de cabecea de nuestra familia, el dorctor Óscar Nava. Sus manos mágicas de cirujano salvaron a mi papá de una peritonitis, a mi me descubrió el hipotiroidísmo y me condujo a una vida sana y estable. Sipempre que había alguna complicación estaba ahí, consultando con toda la pericia de un buen médico. Esa muerte también nos conmovio como familia. Y muchas más.

    Mi pequeña familia de tres seguiamos en cas, sin salir a nada que no fuera necesario, las compras, la ida al banco a cobrar mi quincena de las dos mterias que tenía en la UATx, el face se integro a nosotros y por se medio nos comunicábamos con el mundo.

    

El tarot

Una amiga me tiró el tarot a principios de año y me resultó esta carta, el vagabundo, ese que se atreve, el que va tras la aventura. 

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