Últimamente, es decir exactamente desde hace tres años no utilizo plancha, creo que había decidido comprar ropa que nunca se necesitara planchar y ponerme, muy a la moda la mezclilla arrugada, pero da la casualidad que desde hace un tiempo me he comprado ropa de telas que se arrugan y mi closet está verdaderamente atiborrado de ropa limpia que no puedo ponerme pues está arrugada, la verdad es que una plancha y un burro no son tan caros pero me ha dolido el codo desde que estoy en China, quizá tiene que ver con que cuando llegué venía huyendo no sé exactamente de qué, pero no tenía ninguna intención de ligar o algo por el estilo, y entonces no me fijaba mucho en los detalles de la ropa, que a decir verdad se me vía de todas maneras bien, pues ese año opte por el estilo turista extranjero, es decir las fachas, andaba con mis pantalones de alpinismo y mi hermosa chamarra de oso que cubría bastante bien del frío y que por temor a no comprarme una nueva y seguir con ella la deje abandonada en Xiangtan en un basurero, eso si bien protegida con muchas bolsas porque como le tenía gran cariño, a pesar de los hoyos en las bolsas y el desgaste, quizá a alguien le sirviera, es que me pregunto cuando veo mis suéteres llenos de bolitas, porque se va quedando uno con cosas viejas, yo creo que son costumbres de familia, en mi casa hasta hace poco, no sé si aún, mi madre guardaba los juguetes de nosotras quesque para sus nietos, o por ejemplo anda por ahí todavía un plato de la tatarabulela, que se va convirtiendo en una reliquia familiar, o por ejemplo yo no he podido tirar, en mi casa de México, las cucharas salseras de mi abuela, y es que eso, uno guarda, acumula, va tejiendo recuerdos con las cosas, va tejiendo sus propias arrugas al paso de los años y no lo digo por mí, sino por mi ropa que necesita una planchadita, cuando la necesite yo, que no será sino hasta dentro de muchos años, no lo pondré en el blogg, ni loca que se enteren mis amores, jua, si los tengo. Por lo pronto voy a tener que comprar una plancha, porque desde hace unos días quiero salir a la calle como una princesa, quiero encontrarlo para volar a la muralla para andar juntos el lago, para ver florecer los ciruelos, necesito que la seda del vestido parezca una nube y volar con ella entre las telas del invierno hacia los sueños.
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