viernes, octubre 06, 2006

Noches de Jazz I


Ante los celos









Era un cadáver que quería ser cadáver
pero se le iban las palabras al fuego
y por más que buscaba su rostro
no nacía, no era ya su voz ni la del otro
era un juego sin salida
una distancia de viento
una hélice que se quedaba sin aspas
un geranio sin flores
quiso se un cadáver,
poema surrealista en otro tiempo
quiso ser un amor y no creció
ahora ante ustedes se derrumba
cae sobre el asfalto
y comienza la lluvia
para arrastrarlo a las cloacas
quiso ser un cadáver exquisito
y se le fueron las letras.
En medio de la noche me asecha la nostalgia
como una ola sobre la arena
lo que no fue,
lo que no fue
es más grande en mis sueños
que los besos que fundieron mis labios
tan enorme como la luna roja
como el cielo sin estrellas,
como una lágrima en silencio.
No hubo poema que nos salvara
no hubo lucha
es demasiado tarde
no seremos dos labios que se besan
ni caminaremos en la arena
no seremos tampoco los amigos
pues mis celos, siguen ahí
sin poder verlo en otros brazos.

Isolda Dosamantes al regreso de una noche de música noruega con la banda Jazzland All Stars, al regreso de salir huyendo de un hermoso cuerpo que la insitaba a serle infiel a sus sueños por un poco de cuerpo, un poco de besos en el vacio, al regreso de la duda ,qué es el cuerpo y qué la pasión y qué los malditos recuerdos que se estampan en su rostro como imágenes.
Foto: Pescadores del mar amarillo. SIDC

1 comentario:

Pina dijo...

¿qué importancia pueden tener los celos amiga?... son un costal de papas pesadísmo.
Déjalos, que se pudran solos. O que alguien que realmente quiera alimentarse de algo tan perdido los tome. ¿No lo crées?

Saludos.

Qué bella foto tuya en el mar y la muralla.