sábado, noviembre 18, 2006

Salí


Tuve que salir, llegue tarde a yoga pero me hizo sentir bien el poder desprenderme del frío y de mi pereza, me fui de compras más tarde, ahora regreso para seguir dándole al trabajo, comí un deliciosos arroz con camarones, un chino quiso invitarme la cena, pero funcionó mi cara de no entiendo nada y me deshice de ese pretendiente que estaba ahogado en alcohol, en ese momento me acordé de Ayo que hace días no me llama y me indigné, ¡Va! Que necesidad tengo de sentir incertidumbre, ansiedad y enojo, le escribí un mensaje y lo mandé por un tubo, me preguntó para qué tanta molestia de regalos y llamadas si sólo quería pasar un buen rato, era más fácil seducirme y desaparecer, claro está, no hubiera sucumbido, pues andaba en una onda espiritual, o como se llame a eso de preferir estar sola que andar de brazos en brazos, ahora estoy hecha un desastre, se rompió mi equilibrio. Quiero una cerveza, un ron, unos brazos, otros brazos.

1 comentario:

Pina dijo...

eso, amiga! un ron... los brazos sobran. Ya habrá unos suficientes.

Abrazos mientras tanto.