martes, julio 05, 2005

La biblioteca


Me ha llegado el póster revista NOS QUEREMOS CASAR DE ROJO que edito con Estrella del Valle, es el que corresponde a la poeta Nicaragüense Gema Santamaría, habrá que ver dónde se presenta, por lo pronto han terminado las clases y los alumnos han regresado a sus casas, los profesores también se han encerrado en sus labores cotidianas y la profesora encargada de la biblioteca me persigue y yo la persigo. Es una maravilla ser amiga de la bibliotecaria, ella por su lado trata de conseguirme libros de literatura y cultura china traducidas al español, mientras yo le recomiendo novelas mexicanas principalmente, a pesar de ser una biblioteca pequeña la del departamento de español de Beiwai, hay más libros de los que he tenido oportunidad de leer o algunos como Antiparaíso de Raúl Zurita que sólo había leído en fotocopia, así que el descubrimiento de la amistad y la biblioteca ha sido como encontrar un oasis en medio de una tolvanera del Gobi

Se llama Mónica, la bibliotecaria Mónica y es como toda china muy cursi, esto se pega —no se sorprendan si cuando llegue a México tengo mi cartera de Kitti, mi porta-celular de florecitas, mi blusa con encajes rosas y me detengo frente a un aparador a mirar unos zapatos con plumas azules, será normal y no me daré cuenta de eso. Les decía Mónica es cursi en algunas cosas y en otras demasiado práctica, también característico del mundo chino, pero tiene una cualidad es una amante de la literatura y de las letras, una escritora en si misma aunque no se ha dado cuenta de ello, por ejemplo tiene un diario que data de hace más de 20 años y es la única china del departamento que continúa teniendo contacto con exprofesores de español que ahora son traductores del chino, es joven, está casada con un chino que vive es Chile, por lo que casi no lo ve, y cuando eran novios él vivía en siempre en otra ciudad, así que su relación está muy bien pues no se han enfrentado nunca con la cotidianidad, él la ama y ella se deja adorar. Aunque uno de sus temores es que algún día vivan juntos, está demasiado acostumbrada a salir sola con sus amigos, a escribir por horas en su diario, a ver películas que es otra de sus grandes pasiones. En unos días irá a visitar a su marido a la ciudad de Santiago, se emociona por el viaje y teme un poco que sean tantas semanas al lado de su esposo, piensa que se sentirá asfixiada y al mismo tiempo feliz.

El otro día fuimos a la zona de embajadas, porque en china en la época de Mao separaban, más que ahora a los chinos de los extranjeros, supongo que para evitar la contaminación de culturas, aunque actualmente todo china está inundado de Mac Donald y KFK, les decía fuimos a la zona de embajadas y nos detuvimos a comprar películas, nos pasamos sin darnos cuanta cuatro horas en la tienda compartiendo opiniones y recomendándonos las que nos parecían interesantes, de eso hace apenas una semana y sin embargo ya casi se me acaban. Así que tendré que llamarla para ir por más antes de que se vaya a Chile. Eso es lo que haré ahora, llamarla y dejar de pensar en, en cosas que desde hace unas semanas me dejan como un ratón metido en casa sin ganas de salir a nadar o andar en bicicleta.

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