lunes, septiembre 25, 2006

Homenaje a Delia Mc Donald Woolery


A Delia Mc Donald Woolery, porque como diría José Francisco Conde Ortega "los amigos son la familia que uno escoge", cuando un amigo es feliz, uno lo es por doble partida.


Voy llegando del sur donde el viento corre despacio, del sur lleno de arrozales desfilando en la tarde, voy llegando de entre el crepúsculo y el tren con su rumiar constante, voy llegando con ciento veinte kilos de libros, llego con la sonrisa del viaje, de la comida picante, del abrazo del viento; en el camino vi un anciano leyendo, una mujer vestida de tristeza, un niño con su almohada, en el camino jugaban a las cartas, fumaban y dormían, un hombre con cuerpo de nostalgia arreglaba maletas, vengo llegando y encuentro en mi correo una estatua, una estatua de viento con viento en la memoria, es el abrazo del pueblo a la voz del canto del poeta, de la poeta que va de barrio en barrio con su barro, con su tinta en el alma de tintero con su punta de calle San José, voy llegando del sur y pienso en otro sur, el sur de Puerto Negro, del arroz pinto, de las casas color mamey, de los guaros y cantinas azabache, voy de mi mente al sur de la Negra y viajo en su abrazo hasta llegar ahí donde nació su sonrisa, esa tarde de premio y de canciones.

Isolda Dosamantes después de 20 horas de viaje de Changsha a Beijing, 26 de septiembre de 2006.
Fotos: Delia Mc Donald Woolery, Costa Rica.

1 comentario:

Isolda Dosamantes dijo...

Hola Marío, pues celebro ese poema tuyo y más si era para una coterránea, no veo mucho a Paco Conde pues ando en China, pero está muy bien, publicando y en la UAM, es un amigo entrañable.
Un saludo enorme. Isolda