jueves, septiembre 21, 2006

¿Soy de marte?


Hola ¿de verdad piensan que soy una marciana por vivir en China? Creo que algo de locura si que la hay. El otró día me preguntó eso un profesor: Isolda te es muy difícil entender a los chinos? a lo que yo dije: bueno, a veces, por ejemplo no entiendo que en una fotocopiadora, si le pides a alguien, que no sabe, una reducción, en lugar de decirte no lo sé hacer, por aquello de "no perder la cara" o quedar en ridículo te contesta: no eso no hay, eso no se hace aquí y punto, entiendo la idea de perder la cara, pero no logro asimilarlo del todo. El profesor chino se ríe y me dice ¿Entonces usted piensa que somos de Marte?... Huy para estás alturas ya me estaba exasperando, me había criticado andar de huaraches (enseñando los pies), había dicho que España estaba muy bien con Franco, que los mexicanos siempre perdemos nuestro tiempo, sin embargo, seguimos platicando un rato de las diferencias culturales, me salvó la camapana para dar mis clases. Un poco agobiada, por aquello de ser marciana llegue a casa y me encuentro con la llamada de una amiga de estos lugares, estaba llorando, apenas y podía a hablar y es que le pasó una de esas marcianadas que sólo pueden suceder por estos lares, andaba ella muy feliz en su bicicleta, todo había ido bien en el día, su novio -occidental por supuestos- la acompañaba, y de pronto, como salido de la nada le cae un escupitajo en la cara, el cabello y parte de la blusa, sin saberse toda embadurnada se detiene y le dice a su acompañante, ¡párate que ahora si voy a descuartizar a alguien! Y claro, no, para saber de donde vino, pues es práctica común, si de un puente o de un camión, de otra bicicleta, con esa impotencia mi amiga tuvo que quitarse la blusa limpiarse con ella y llegar a su casa como toda una zorra con su brasier de bolitas, con nauseas, con coraje, sintiendo la urgencia de un baño y la impotencia.; recordé entonces mi drama cuando me pasó algo parecido en los zapatos, la noche de ayer en la alberca, cuando un chino comenzó con sus enormes ruidos para lanzar un, si un gargajo fuera, mis pequeñas naúseas y desesperación, mis gans de decirle, hey no seas cochino, entre estas memorias cotidianas decidí que entre chinos soy un poco marciana y bastante exótica. Si no entiendo eso de andar escupiendo a ton ni son, de los ruidos con la boca...aunque me enteré que un amigo chino está elaborando un manual de buenos modales, para eso de las olimpiadas. Y que conste que ésto último no es broma, pues será difundio por internet y toda la cosa. A respecto hoy me enteré que mis estudiantes tienen una clase de civismo internacional, eso me gustó, deberíamos tenerla en México: si vamos a Turquía no pedríamos carne de puerco, en España nos pasaríamos en paro, en China haciéndo ruido con la boca pues es una manera de decir que nos gusta la comida, en la India eruptando que es la manera de agradecer...es decir, entendríamos un poco más del otro que como pueden ver, nos hace falta.

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